ALGO QUE AYUDÓ A GANAR

Pucará tuvo dos jugadoras más: Nadia y Julia


En un grupo humano, como es el equipo de Damas Mayores de Pucará, la idea de conjunto es superada por la fortaleza espiritual que da la amistad.

Cuando se van acallando los ecos del superlativo triunfo que obtuvimos en Resistencia, la serenidad retorna a nuestros espíritus y facilita la reflexión. Es por eso que evaluando lo que hicimos en esas jornadas, no puedo dejar de reconocer muchas cosas que estuvieron a nuestro favor para ganar.

Son, como dije, muchas. Pero creo que hay dos fundamentales. Julia y Nadia jugaron con nosotras. En cada jugada, pase, grito y obvio, en cada gol, estuvieron ellas dos, jugando. Sus corazones nos acompañaron en cada momento. No jugaron físicamente, pero lo hicieron con su espíritu.

Nadia y Julia estuvieron y están hoy compartiendo triunfos y derrotas, alegrías y tristezas.

Por eso creo que es de estricta justicia el hecho que hayan recibido sus medallas y que compartan en un cien por ciento la felicidad de toda la familia de Pucará.

Por eso, también, les pedimos que no nos abandonen, que pongan su férrea voluntad para recuperarse lo antes posible y volver al ruedo.

Y para no ser injusta, creo que debo mencionar a todos los que juegan para Pucará con su apoyo. Nuestra técnica y su equipo de trabajo, a nuestros padres, esposos e hijos, a amigas y amigos que, vayan o no a la cancha, nos alientan; comparten la alegría de un triunfo y nos consuelan en la derrota.

Pucará es puro afecto y corazón.

Los quiero a todos. Andrea Meli